Rugidos
Capitulo 1
Esto
es una completa locura.
-¡Volved aquí, cobardes! –grito mientras observo, impotente,
cómo se llevan a mi hermano pequeño. El hecho de que estuviesen preparados para
una huida rápida en el caso de que sospecháramos de ellos en algo, lo más
mínimo, me hace pensar que todo esto es más grave que del simple hecho de que
su objetivo sea únicamente con fines económicos.
No me quiero ni imaginar lo que pueden hacerle, pienso
mientras camino de un lado a otro del camino. En este momento me encantaría
tener a mano uno de esos sacos de boxeo que tiene mi hermano mayor en el
pequeño gimnasio que tiene montado en su casa.
-Como me gustaría tener a mano uno de los sacos que tienes
en tu gimnasio, hermano –expreso cuando noto la presencia de Morgan detrás de
mí.
-Tranquila Kasia, los encontraremos y les haremos pagar con creces todo lo que
nos hagan pasar, a él y a nosotros, ya lo verás
–la voz del depredador es demasiado calmada y suave, su aura ya no es
como normalmente, sino que ahora trasmite una peligrosa tensión que raras veces
irradia y que lo hace parecer aún más peligroso de lo que ya es.
-Ya lo sé Morgan –suspiro cansada-, lo que me preocupa es lo
que hagan con él mientras lo tengan retenido y nosotros no podamos sacarlo de donde
lo tengan porque no sabemos dónde están.
En ese momento llega nuestro padre, con el rostro
congestionado por la ira, la desesperación y el odio, he de decir que nunca antes
le había visto así, aunque claro, nunca antes unos completos extraños, y ni
mucho menos alguien que suponía de su confianza, habían intentado hacerle daño
a alguno de sus hijos, y mucho menos siendo este demasiado pequeño como para poder
defenderse por sí mismo.
-Hay que convocar una reunión urgente, ¡ya! –su potente y
tajante orden me hace saltar en el sitio por el susto.
-¡Sí, alfa! –contestamos Morgan y yo a la vez, y ambos
adoptamos una postura que normalmente no haríamos, y mucho menos con él, que
aun siendo el alfa del Clan sigue siendo nuestro padre, esa que usan los
Soldados para saludar a su superiores. Suspira pesarosamente, lo más seguro es
que ahora mismo esté pensando lo mismo que
Morgan y yo estábamos hablando hasta que él llegó donde nosotros nos
encontramos, encontrar dónde se esconden esos malnacidos, rescatar a Louis y,
si por un casual consiguen escabullirse, darles caza.
Morgan se pone en marcha casi en seguida, yo, por el
contrario, me quedo parada, dudando entre quedarme con mi padre o irme al
Cuartel General del Clan con mi hermano para convocar la reunión donde han de
estar presentes todos los miembros que conforman nuestra sociedad, la sociedad
de los cambiantes. Una sociedad que bien podría considerarse anticuada,
rudimentaria y tiránica, si la comparas con la que tienen los humanos, pero que
a nosotros nos sirve para organizarnos mejor y tener un mayor control tanto
sobre la población, siendo esta, en su mayor parte, de cambiantes de carácter
dominante, aunque también hay unos cuantos que son pasivos; y muy competitivos
entre ellos, estos suelen ser los machos, aunque no niego que también halla
algunas hembras, como mi mejor amiga, Farrah, y yo, que lo sean; como de todo
el territorio en el que vivimos.
Finalmente me decido por quedarme junto a mi padre que
tiembla descontroladamente, inmóvil, en medio del claro, cerca del lugar donde,
minutos antes, había estado el pequeño helicóptero y que ahora está vacío, a
excepción de nosotros dos y los seres que habitan el frondoso y tupido bosque,
del que los cambiantes hemos hecho nuestro hogar.
-Quiero hacerles pagar por lo que han hecho y, muy posiblemente,
le hagan a Louis –gruñe. Aunque ahora que la adrenalina empieza a dejar de
hacer efecto en su cuerpo, este, no deja de irradiar una calma peligrosa.
-Te entiendo perfectamente papá, yo misma quiero torturarles
de la manera más horrorosa que se me pueda llegar a ocurrir –concedo con un
pesado suspiro.
Segundos después es él, quien suspira, parece que está
agotado, sin energías, vuelvo la cabeza en su dirección y le observo mientras
camina distraída y pensativamente por el amplio y tranquilo claro donde nos
encontramos. Cuando vuelve el rostro hacia mí puedo ver con claridad como sus
ojos oscuros, normalmente ávidos y sagaces, estén ahora apagados, sin el brillo
que deprenden y al que tan acostumbrada estoy a ver cuándo le miro a los ojos. Su
rostro que normalmente es sereno e imperturbable, es ahora una máscara de
angustia, tristeza y desesperación.
-Ahora mismo lo que nos urge de verdad es encontrar el
paradero de esas malditas ratas, idear un plan de rescate para sacar a Louis de
donde lo tengan metido y acabar con ellos –asiento, dándole la razón. Pasados
unos minutos da media vuelta y se encamina hacia el pequeño sendero que hay
oculto a la vista de cualquiera pero que si lo conoces puedes encontrarlo con
facilidad, cuando pasa a mi lado, me giro para ponerme a caminar junto a él.
*______________________________________________________________________________*
[Este fragmento es un pequeño adelanto del primer libro de una saga en la que estoy trabajando. Espero que os guste.]
Besos y abrazos ('w')
de parte de una chica desastre.