jueves, 16 de febrero de 2017

Fragmentos - I

Rugidos




 Capitulo 1



Esto es una completa locura.


-¡Volved aquí, cobardes! –grito mientras observo, impotente, cómo se llevan a mi hermano pequeño. El hecho de que estuviesen preparados para una huida rápida en el caso de que sospecháramos de ellos en algo, lo más mínimo, me hace pensar que todo esto es más grave que del simple hecho de que su objetivo sea únicamente con fines económicos.


No me quiero ni imaginar lo que pueden hacerle, pienso mientras camino de un lado a otro del camino. En este momento me encantaría tener a mano uno de esos sacos de boxeo que tiene mi hermano mayor en el pequeño gimnasio que tiene montado en su casa.


-Como me gustaría tener a mano uno de los sacos que tienes en tu gimnasio, hermano –expreso cuando noto la presencia de Morgan detrás de mí.


-Tranquila Kasia, los encontraremos  y les haremos pagar con creces todo lo que nos hagan pasar, a él y a nosotros, ya lo verás  –la voz del depredador es demasiado calmada y suave, su aura ya no es como normalmente, sino que ahora trasmite una peligrosa tensión que raras veces irradia y que lo hace parecer aún más peligroso de lo que ya es.


-Ya lo sé Morgan –suspiro cansada-, lo que me preocupa es lo que hagan con él mientras lo tengan retenido y nosotros no podamos sacarlo de donde lo tengan porque no sabemos dónde están.


En ese momento llega nuestro padre, con el rostro congestionado por la ira, la desesperación y el odio, he de decir que nunca antes le había visto así, aunque claro, nunca antes unos completos extraños, y ni mucho menos alguien que suponía de su confianza, habían intentado hacerle daño a alguno de sus hijos, y mucho menos siendo este demasiado pequeño como para poder defenderse por sí mismo.


-Hay que convocar una reunión urgente, ¡ya! –su potente y tajante orden me hace saltar en el sitio por el susto.


-¡Sí, alfa! –contestamos Morgan y yo a la vez, y ambos adoptamos una postura que normalmente no haríamos, y mucho menos con él, que aun siendo el alfa del Clan sigue siendo nuestro padre, esa que usan los Soldados para saludar a su superiores. Suspira pesarosamente, lo más seguro es que ahora mismo esté pensando lo mismo que Morgan y yo estábamos hablando hasta que él llegó donde nosotros nos encontramos, encontrar dónde se esconden esos malnacidos, rescatar a Louis y, si por un casual consiguen escabullirse, darles caza.


Morgan se pone en marcha casi en seguida, yo, por el contrario, me quedo parada, dudando entre quedarme con mi padre o irme al Cuartel General del Clan con mi hermano para convocar la reunión donde han de estar presentes todos los miembros que conforman nuestra sociedad, la sociedad de los cambiantes. Una sociedad que bien podría considerarse anticuada, rudimentaria y tiránica, si la comparas con la que tienen los humanos, pero que a nosotros nos sirve para organizarnos mejor y tener un mayor control tanto sobre la población, siendo esta, en su mayor parte, de cambiantes de carácter dominante, aunque también hay unos cuantos que son pasivos; y muy competitivos entre ellos, estos suelen ser los machos, aunque no niego que también halla algunas hembras, como mi mejor amiga, Farrah, y yo, que lo sean; como de todo el territorio en el que vivimos.


Finalmente me decido por quedarme junto a mi padre que tiembla descontroladamente, inmóvil, en medio del claro, cerca del lugar donde, minutos antes, había estado el pequeño helicóptero y que ahora está vacío, a excepción de nosotros dos y los seres que habitan el frondoso y tupido bosque, del que los cambiantes hemos hecho nuestro hogar.


-Quiero hacerles pagar por lo que han hecho y, muy posiblemente, le hagan a Louis –gruñe. Aunque ahora que la adrenalina empieza a dejar de hacer efecto en su cuerpo, este, no deja de irradiar una calma peligrosa.


-Te entiendo perfectamente papá, yo misma quiero torturarles de la manera más horrorosa que se me pueda llegar a ocurrir –concedo con un pesado suspiro.


Segundos después es él, quien suspira, parece que está agotado, sin energías, vuelvo la cabeza en su dirección y le observo mientras camina distraída y pensativamente por el amplio y tranquilo claro donde nos encontramos. Cuando vuelve el rostro hacia mí puedo ver con claridad como sus ojos oscuros, normalmente ávidos y sagaces, estén ahora apagados, sin el brillo que deprenden y al que tan acostumbrada estoy a ver cuándo le miro a los ojos. Su rostro que normalmente es sereno e imperturbable, es ahora una máscara de angustia, tristeza y desesperación.


-Ahora mismo lo que nos urge de verdad es encontrar el paradero de esas malditas ratas, idear un plan de rescate para sacar a Louis de donde lo tengan metido y acabar con ellos –asiento, dándole la razón. Pasados unos minutos da media vuelta y se encamina hacia el pequeño sendero que hay oculto a la vista de cualquiera pero que si lo conoces puedes encontrarlo con facilidad, cuando pasa a mi lado, me giro para ponerme a caminar junto a él.
 

*______________________________________________________________________________*



[Este fragmento es un pequeño adelanto del primer libro de una saga en la que estoy trabajando. Espero que os guste.]

Besos y abrazos ('w')
    de parte de una chica desastre.



No hay comentarios:

Publicar un comentario